La concejal de la Mujer del Ayuntamiento de Totana, Josefa María Sánchez Méndez, dio lectura a un manifiesto a las puertas del ayuntamiento de esta localidad con motivo de la celebración, el día 25 de noviembre, del Día Internacional contra la Violencia de Género.
La edil recordó que fue en 1999 cuando se decidió por las Naciones Unidas, conmemorar el 25 de Noviembre como Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres.
La concejal recordó que la violencia contra la mujer “es un grave problema social que afecta a los derechos humanos de una porción alarmante de ciudadanas del mundo y que no distingue entre niveles culturales, económicos y sociales tanto en las víctimas como en sus agresores”.
Además, dijo que la violencia doméstica, y sobre todo el maltrato a las mujeres, constituye un grave problema que se refleja en el triste balance de 56 mujeres fallecidas a manos de su marido o pareja; e informó que en España, cada 18 segundos una mujer es agredida, y que en Totana se han interpuesto 71 denuncias.
Añadió que “estas escalofriantes cifras nos recuerdan que, a pesar de los avances conseguidos a través de la Ley Integral contra la Violencia de Género todavía queda mucho por hacer”.
Sánchez Méndez explicó que la erradicación de la violencia contra las mujeres es un compromiso de la sociedad en su conjunto y corresponde a los gobiernos municipales, como administración más próxima a la ciudadanía, el deber de trabajar para llenar las carencias y necesidades que cotidianamente plante la atención a las víctimas.
Abogó por fomentar así una educación basada en valores de diálogo, respeto y tolerancia, para evitar que las futuras generaciones reproduzcan los esquemas de comportamiento violento que se originan en la existencia de estereotipos sexistas, adoptando una actitud de rechazo ante dichos comportamientos.
La concejal de la Mujer reivindicó la necesidad de seguir avanzando para conseguir la plena igualdad entre hombres y mujeres, así como de educar a nuestros niños y jóvenes para la convivencia, el respeto y la no-violencia.
Asimismo, realizó un llamamiento especial a los hombres para que nos unamos en la idea común e irrenunciable de que la violencia hacia las mujeres, en cualquiera de sus formas y ámbitos, denigra nuestra propia condición humana.
Por último, manifestó a aquellos que practiquen la violencia hacia las mujeres que están solos, perdidos y aislados en una sociedad que no permitirá otra forma de convivencia que no sea aquella basada en el respeto entre iguales y en los principios constitucionales de nuestra democracia.
